6 abr 2012

De paraeconomia y otros tapados


La gran mayoría de los colombianos no sabe realmente quién es Raúl Hasbún, alias Pedro Bonito. A diferencia de otros comandantes paramilitares que se presentaron como grandes señores de la guerra cuando entregaron sus armas en el proceso de desmovilización de Justicia y Paz, Hasbún pasó de agache porque se desmovilizó como un militante más y no como el comandante del Bloque Bananeros de las autodefensas.
Hasbún fue miembro de la cúpula de las AUC, mano derecha de Vicente y Carlos Castaño y además fue el cerebro de la estrategia de financiación de las autodefensas en Urabá. Para esto sirvió de enlace con el gremio bananero y utilizó las Convivir como fachada para que los empresarios le dieran plata a los paramilitares. Como hasta ahora se han documentado los nexos del paramilitarismo con la política y con las fuerzas militares, pero no con sus financiadores, el testimonio de Hasbún se convierte en el primer ventilador de la paraeconomía.

El exparamilitar, que hoy se encuentra pagando una condena de 18 años por una masacre que ordenó en San José de Apartadó, aceptó hablar, por primera vez, con un medio de comunicación sobre el modelo de financiación de las autodefensas con el sector privado. 

SEMANA: Usted nunca ha dado una entrevista a un medio de comunicación, ¿por qué acepta hacerlo ahora?

Raúl Hasbún:
 Porque cierran el caso de Chiquita. ¿Para qué nos llaman a declarar entonces? Si a la Fiscalía no le interesa que hablemos de los bananeros, que nos lo digan y así no desgastamos a la Justicia y nos evitamos amenazas por sapos. Que la Fiscalía diga de quién quieren que hablemos y de quién no, pero lo deben decir públicamente. Si no quieren que hablemos de los políticos ni de los empresarios, que lo digan.

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